Frente a las movilizaciones estudiantiles que han surgido en estos últimos meses convocando a más de 200 mil estudiantes y profesores en todo ámbito participativo, sumando a esto a los más de 120 colegios en toma a lo largo del país, es que hemos querido pronunciarnos como escuela de artes frente a esta situación para hacernos cargo desde nuestra disciplina y con el rol critico que históricamente nos perfila.
Entendemos que el proceso del movimiento estudiantil ha desbordado a la esfera netamente educativa, ya que ahora se replantea como una reivindicación social, que involucra a cada uno de nuestros compatriotas indistintamente.
Este lunes 20 de junio nuestra escuela ha resuelto adherir a paro indefinido en el contexto del movimiento estudiantil. “PARO” que termina por radicalizar la situación que estamos viviendo como facultad, ya que la Escuela de Actuación y el Instituto de Musica también están movilizándose de manera activa luego de resolver parar toda actividad académica indefinidamente. Dichas resoluciones han sido consecuencia de agotadoras sesiones de debate y reflexión en cada una de las localidades, en donde se han integrado de manera activa tanto docentes como administrativos. Estamos convencidos de que el cese de actividades académicas nos abre una posibilidad de seguir generando reflexión en torno a la gravedad de la crisis, pues no pretendemos ser reaccionarios sino más bien visionarios y ampliar nuestras ambiciones a todo ámbito de la cultura para poder concretar- no sólo soñar- una sociedad más justa.
Nos preocupa enormemente el nulo pronunciamiento por parte de nuestra Federación de Estudiantes (FEUC) frente a toda una facultad que PARA indefinidamente y se moviliza; asimismo criticamos abiertamente la naturalidad con que se ha acogido esta decisión por parte de las cúpulas, ya que el trabajo de convocatoria y organización interna ha sido tremendamente agotador, no sólo para los dirigentes, sino para todos y cada uno de nuestros compañeros de escuela. Sin ningún ánimo de generar fisuras en nuestra orgánica de universidad, emplazamos no sólo a FEUC sino también al resto de las localidades y también a los consejeros, para generar de manera concreta una radicalización que dialogue con la magnitud del movimiento estudiantil como tal.
Si bien este año hemos sido testigos de una participación histórica del estudiantado de nuestra institución, creemos que la universidad es capaz de ir más lejos debido al capital humano y simbólico que la institución alberga. Reiteramos que es de vital importancia que el resto de las carreras tome una postura mas comprometida con el movimiento estudiantil, puesto que la redacción de un documento escrito no es suficiente para conseguir un cambio significativo, ya que, para poder llegar a instancias legislativas con nuestras ideas es necesario que conformemos una fuerza social capaz de ejercer un peso real al momento de que se defina la reforma.
Como Escuela de Artes reconocemos nuestro compromiso en este punto del movimiento, que ahora es ciudadano, ya no sólo estudiantil. Entendemos que nuestro aporte debe ir direccionado a conmover –desde la actividad artística misma- a aquellos que aún no solidarizan con la causa de los estudiantes, ya sea consecuencia de la desinformación o bien por la abrupta manipulación de los medios en torno a este tema. Es ampliamente sabido que el cerco mediático ha pregonado tendenciosamente a favor de opacar un movimiento que hasta el día de hoy se muestra indomable y con más fuerza que nunca. Es precisamente este aspecto el que como escuela de artes necesitamos atacar, indagando en nuevas formas de propagar la información y activando aquellos focos creativos en directa relación con los vecinos, y por supuesto con el resto de nuestra universidad.
En este sentido, entendemos como fundamental el desarrollo de las artes y las humanidades en todo ámbito educativo, entendiendo que el objetivo es generar educación integral pensando en la formación de seres humanos críticos que aporten activamente a la comunidad, no sólo como engranajes de la mecánica neoliberal imperante sino como entes generadores de cambios reales, pensando en todo momento en un país que se proyecta hacia el desarrollo.
Bajo este contexto, la crisis en la educación –cimiento fundamental para el desarrollo de los pueblos- muestra el distanciamiento del estado de su rol garante en cuanto a las definiciones correspondientes al proyecto país y evidencia una falta de ideas claras sobre el rol de las artes como ente significativo en la construcción de los valores ciudadanos.
Sin más que decir, a través del presente documento, queremos hacer un especial llamado a nuestros compañeros y profesores de la Universidad Católica a que se sumen al movimiento estudiantil, el cual a nuestro parecer, está más consciente que nunca de que los cambios en la educación ya no pueden seguir siendo postergados ni solucionados con medidas “parches”; Los cambios que se requieren son de orden estructural, sin maquillajes transitorios. Por más seductoras que sean las propuestas no debemos caer nuevamente ante los aperitivos que el gobierno nos ofrezca, pues no sólo se trata de nosotros sino más bien de las generaciones venideras.
Atte.
Centro de Estudiantes de Arte.
